El neurofeedback es una técnica no invasiva destinada a la adquisición de autocontrol por parte del sujeto de determinados patrones de actividad cerebral pudiendo así aplicar esas habilidades a la vida diaria. El formato que presenta es muy parecido al de un videojuego en el que la persona que se está entrenando obtiene puntos o recompensas inmediatas por activar el cerebro del modo adecuado.
En cada sesión, el terapeuta coloca uno o más electrodos en el cuero cabelludo y los lóbulos de las orejas del niño.
Estos electrodos o sensores únicamente recogen y analizan automáticamente y en tiempo real la actividad eléctrica del cerebro. No se mete electricidad en el cerebro en ningún caso
De este modo se da al paciente en este caso al niño con TDAH, información sobre funciones sobre las que normalmente no tienen control consciente (dirección del foco atencional, planificación, aumento de la atención a los errores…) aumentando así el autocontrol, la concentración y disminuyendo la atención ante estímulos distractores.
Para que sea efectiva esta terapia, al tratarse de un aprendizaje gradual, son necesarias una serie de sesiones dependiendo del niño, problemática y evolución. Lo más adecuado es iniciar el tratamiento con dos sesiones semanales que posteriormente y en función de la evolución y de su estabilidad conseguida se irán reduciendo a una semanal, una quincenal etc.
Como beneficios a largo plazo del neurofeedback podemos señalar:
El neurofeedback comenzó a utilizarse en 1976 en Estados Unidos en niños con déficit atencional tanto hiperactivos (TDAH) como no hiperactivos(TDA).
Tras más de 50 años de experiencia y el aumento de eficacia que eso conlleva se ha convertido en un tratamiento de referencia para estos trastornos.
Existen centenares de publicaciones sobre la eficacia del Neurofeedback y los patrones electroencefalográficos de los distintos trastornos psicológicos y neurológicos. Esto ha llevado a la Academia Americana de Pediatría a reconocer al Neurofeedback como tratamiento eficaz y específico para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Este nivel está reservado para los tratamientos que mayores pruebas tienen sobre su eficacia, igualando a la medicación en este sentido.
La ventaja de la medicación es que cuando consigue un efecto favorable lo hace casi inmediatamente y por eso es útil a corto plazo. Sin embargo los efectos positivos desaparecen cuando deja de tomarse y frecuentemente provoca efectos secundarios al no tener un efecto selectivo sobre las zonas que nos interesan sino que se distribuye por todo el organismo.
Con el neurofeedback las mejorías son más lentas pero permanecen después de haber acabado el entrenamiento, al contrario de lo que pasa con el tratamiento farmacológico.
Cualquier cambio, reducción o sustitución debe ser siempre pautada por el médico.
Frecuentemente según el cerebro va aprendiendo a autorregularse pueden ser recomendables disminuciones sobre la dosis inicial o incluso puede llegar a no ser necesaria la medicación pero esto siempre debe estar supervisado por su médico con el que puede consultar sobre esta posibilidad.
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