De hecho.. ¿no le agrada estar en grupo? ¿teme que le juzguen, quedarse en blanco, no tener nada interesante que decir? ¿siente terror a hablar a un público o grupo de amigos?
Si se ha sentido así durante al menos seis meses y estos sentimientos le interfieren en su vida diaria en situaciones como como hablar con otros en el trabajo o en la escuela, probablemente sufre de fobia social.
Muchas personas se consideran “tímidas”. Sin embargo, tras esa etiqueta de timidez muy a menudo se encuentra un trastorno de ansiedad, la fobia social.
Tanto en el caso de la fobia social como en el de la timidez existe un temor a las situaciones de interacción social. Sin embargo, en la fobia social hay una interferencia en el funcionamiento del paciente en las distintas esferas de su vida (social, laboral, familiar , por ejemplo)
La fobia social no es simplemente timidez. Se refiere a una ansiedad social crónica en la que hay una interferencia en el funcionamiento del paciente en las distintas esferas de su vida caracterizada por retraimiento social, evitación de contactos sociales, inhibición y temor anticipado a la evaluación negativa por parte de otros.
La ansiedad, básica en este trastorno, es un sistema de supervivencia que nos ayuda a afrontar situaciones peligrosas de dos modos posibles, afrontándolas o huyendo. Desde ese punto de vista es positiva para el sujeto siempre y cuando el estímulo que considera peligroso realmente lo sea. Lo que hace a la ansiedad patológica no es su existencia, sino que se presente ante estímulos inadecuados cuando la situación no es realmente peligrosa para el individuo. Esto es lo que sucede en las fobias y en concreto en el trastorno de ansiedad social o fobia social sintiendo miedo de ser observadas o juzgadas en algunas o incluso todas las situaciones sociales como hablar con un dependiente, comer ante otros, ser presentado a alguien, practicar deportes o bailar , tocar un instrumento etc.
En estas situaciones la persona afectada suele notar:
Muchos trastornos comienzan en etapas tempranas de la vida y si no se corrigen lo antes posible provocan una erosión severa del núcleo de creencia sobre uno mismo provocando una baja autoestima. Los trastornos que aparecen tienen una relación bidireccional entre sí. De este modo la fobia o ansiedad social puede derivar en retirada social, depresión y trastornos de aprendizaje y, a su vez un niño con problemas de aprendizaje puede desarrollar fobia social por miedo a verse humillado por los demás convirtiéndose en adulto, si no se corrige en una persona depresiva o ansiosa con graves creencias disfuncionales sobre sí mismo.
Una de las ventajas de la neurometría, la ciencia que identifica los problemas clínicos mediante el análisis de las anomalías neurológicas reveladoras del funcionamiento del cerebro, es que podemos llevar a cabo un proceso diagnóstico distinto al habitual. En vez de poner al paciente una etiqueta arbitraria (por ejemplo fobia social) y medicarlo para disminuir su sintomatología, analizamos la actividad de las ondas cerebrales para encontrar patrones atípicos. Identificando y corrigiendo esos funcionamientos cerebrales alterados ya no solo solucionamos los síntomas sino que abordamos el origen del problema.
La neuroterapia es el tratamiento apropiado para corregir las afecciones neurológicas asociadas con ansiedad social. El Neurofeedback no es complicado. Se mide la actividad de ondas cerebrales del cliente sobre el área relevante del cerebro. Cuando el cerebro está haciendo lo que queremos, (cambiando el patrón de ondas que debemos modificar) un equipo electrónico devuelve una retroalimentación instantánea sobre la actividad cerebral en tiempo real. Así el paciente ve sus ondas cerebrales en una pantalla en forma de videojuego u otro tipo de actividad similar, y con entrenamiento puede aprender a regularlas y cambiarlas de un modo permanente.
En resumen, neuroterapia o neurofeedback es un eficiente método para tratar la ansiedad social y la fobia y, de este modo, cuando se combina con las terapias cognitivas para corregir la percepción de uno mismo y otras creencias o atribuciones negativas como el significado emocional inicialmente alterado de la excitación normal en experiencias en entornos sociales, estas condiciones a menudo debilitantes pueden ser notable, efectiva y permanentemente mejoradas.
Contáctame!
Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información
Los ajustes de cookies de esta web están configurados para «permitir cookies» y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar» estarás dando tu consentimiento a esto.